Tipos de abonos utilizados para tu jardín

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Universales: Para todo tipo de planta de flor, huerto o jardín: árboles, arbustos, macizos, setos, hortícolas, flores, bulbos, trepadoras. Tienen una formulación equilibrada en nitrógeno, fósforo y potasio lo que favorece el adecuado crecimiento de todas las planta.

Flores: Específico para plantas con flor, se caracteriza por tener un mayor contenido en Potasio y Fósforo, estimulando la floración y la intensidad de color de las flores.

Césped:  Favorecen el enraizamiento y un crecimiento equilibrado. Emplearemos abonos específicos de césped que contengan en su composición Nitrógeno de liberación lenta, de asimilación más efectiva y persistente.

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Huerto: Formulado específico para todo tipo de cultivos de huertas. Garantizan una buena floración, mejoran el aspecto de la planta y potencian el sabor de las hortalizas.

Fertilizantes Especiales: Los fertilizantes normales son perfectamente adecuados para la mayoría de las necesidades de las plantas, pero existen algunas ocasiones en las que un fertilizante especial puede ser útil y necesario. Entre los productos que están a la venta, los fertilizantes para tomates son probablemente los más conocidos. No hay que dejarse engañar por el nombre: un fertilizante para tomates. si se diluye abundantemente (como se recomienda en el envoltorio) puede llegar a ser muy beneficioso para las plantas con flores y para los cactus, ya que favorece un crecimiento   más vigoroso y da un aspecto precioso a las flores. Para plantas a las que no les gustan los sustratos ricos en calcio, como la gardenia, es posible adquirir un fertilizante específico   a base de hierro que les permitirá una estupenda floración. Hay que descartar la vieja creencia popular de que resulta positivo poner un clavo oxidado en el sustrato. 


El hierro debe ser suministrado de manera que pueda ser fácilmente absorbido si se quiere obtener un resultado inmediato. También hay algunos fertilizantes naturales que no son adecuados para las plantas que prefieren los terrenos ácidos; entre éstos se encuentran los superfosfatos que contienen sales alcalinas. En cuanto a las plantas que prefieren terrenos decididamente ácidos, existen fertilizantes especiales «de reacción al ácido­   que, añadidos a un sustrato, provocan la eliminación química de cualquier sustancia alcalina.

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